viernes, 7 de mayo de 2010

FIDEUA

Receita enviada por Mª Angeles Iglesias Barreiro

FIDEUA

INGREDIENTES:
· 6 langostinos
· 500 gr. de fideos
· 400 gr. de rape
· 400 gr. de sepia o calamar
· 1,5 litro de caldo de pescado
· 200 gr. de tomates
· 1 cebolla pequeña
· 3 dientes de ajo
· ½ cucharilla de pimentón
· ¼ vaso de aceite de oliva
· Azafrán
· Perejil
· Sal

PREPARACIÓN:
Se cortan el rape y los calamares en trozos pequeños; pelamos y picamos los tomates y la cebolla muy finos. Se pone al fuego una cazuela de barro con el aceite, cuando esté caliente ponemos la cebolla y a continuación los calamares, se rehogan unos minutos, se incorporan los tomates y se deja a fuego medio; se añade el pimentón y el rape, se rehoga unos minutos y se incorporan los fideos y se les dan unas vueltas. En un mortero se maja el ajo, el perejil y el azafrán, se incorpora un poco de caldo caliente y se añade a los fideos. Se pone el resto del caldo, se salpimenta y se deja hervir. Cuando lleve 10 minutos se colocan los langostinos y se deja hervir hasta que los fideos estén cocidos, pero jugosos
.

CALDERETA DE RAPE Y ALMEJAS

Receita enviada por Mª Angeles Iglesias Barreiro

CALDERETA DE RAPE Y ALMEJAS

INGREDIENTES:

· ½ kg de almejas
· 200 gr. de rape
· 30 gr. de harina
· 30 gr. de mantequilla
· 200 ml (1 vaso) de nata líquida
· Aceite de oliva
· Perejil
· Sal
· Pimienta
· Agua

PREPARACIÓN:

Abrir las almejas al vapor, quitarles las valvas y reservar el caldo colado. Cortar el rape en tacos, enharinar ligeramente y freír en un poco de aceite, reservar también el jugo. Dorar la harina en la mantequilla, verter ¾ litros de agua caliente removiendo continuamente, añadir el caldo de las almejas y el jugo de freír el rape, sazonar con sal y pimienta y cocer a fuego suave 20 minutos. Unos minutos antes de terminar la cocción, agregar las almejas, el rape y la nata. Rectificar de sal. Servir espolvoreando de perejil.

TARTA DE QUESO

Receita enviada por María José Rodríguez Mateos

TARTA DE QUESO

INGREDIENTES:

1 yogurt de limón
2 recipientes ( yogurt) de harina
3 recipientes de azúcar
0,5 l de leche
3 huevos
70 gramos de mantequilla

PREPARACIÓN:

Se mezclan todos los ingredientes se pasa por la batidora y al horno, precalentado previamente durante 5 minutos, a 180 º durante 45 minutos.

MUY FÁCIL, SENCILLA, BARATÍSIMA Y RIQUISIMA.

LANGOSTINOS AO WHISKY

Receita enviada por Milagros Abal Hermida

LANGOSTINOS AO WHISKY


INGREDIENTES para catro persoas:
1,5 kg de langostinos
0,5 kg de cebola
1dente de allo
Perexil
1 folla de loureiro
aceite de oliva
whisky

PREPARACIÓN
Picase miuda a cebola co allo, perexil e loureiro, ponse nunha tixola cun pouco aceite a lume lento e reservase.

Aos langostinos sacamoslles a cola (se son conxelados pasense por auga quente) e deixaselle a cabeza. Poñemos os langostinos nunha prancha con puco aceite e deixamos que se fagan ben, botamoslle o wisky e plantamoslle lume para flamexalos.

Sacamos os langostinos para unha fonte e o líquido sobrante da plancha mezclamo coa cebola que temos reservada na tixola, quentamos de novo e botamos esa salsa por encima dos langostinos.

Listos para disfrutar e saborear.

TARTA DE MANZANA

Receita enviada por Jeniffer Lago Fernández

TARTA DE MANZANA

INGREDIENTES:
750 ml de leche
250 ml de nata líquida
6 huevos
6 cucharadas de azúcar
Pam Bimbo
Caramelo líquido
Manzanas
Mermelada de albaricoque o melocotón

PREPARACIÓN:
Poner caramelo en el molde, encima poner 2 pisos de pan bimbo (si se quiere se pueden poner gajos de manzana en medio de los dos pisos de pan) y reservar, mientras, mezclar 750 de leche, 250 de nata líquida, 6 huevos y 6 cucharadas de azúcar y echar encima del pan, poner gajos de manzana encima y espolvorear con azúcar, meter al horno, cuando se le pinche un palillo y salga limpio estará lista, cuando se saque del horno darle brillo con mermelada de albaricoque o melocotón y dejar enfriar.

jueves, 6 de mayo de 2010

PAN DE MILLO CON OVOS

Receita enviada por Mª Fernanda Domínguez Elexpuru

PAN DE MILLO CON OVOS

É unha receita moi sinxela, típica é saborosa.

Desfaise un cacho de pan de millo en anacos moi pequenos nun prato, frítense un par
de ovos nunha tixola con aceite de oliva e bótanse encima dese pan de millo en anacos, triturase todo con un garfo e botaselle un pouco de aceite de fretir os ovos por riba.

PASTEL DE MILLO

Receita enviada por Romina Abal Hermida


PASTEL DE MILLO

INGREDIENTES:
250 gramos de fariña de millo
250 gramos de manteiga de vaca derretida
250 gramos de azucre
8 ovos
1 vaso de ron

PREPARACIÓN:
Sepáranse as claras das xemas e mézclanse coa fariña. Despois añádese a manteiga e o azucre, coas xemas de ovo e o ron.
Amásase ben e incorpóranse as claras batidas a punto de neve. Prepárase un molde con manteiga e fariña, vértese a masa e métese no forno non excesivamente forte ata que se dore. Pínchase cun garfo ou cunha agulla para saber se está cocido por dentro.

LACÓN CON GRELOS

Receita enviada por Milagros Hermida Navazas

LACÓN CON GRELOS

INGREDIENTES:
1 lacón
6 chourizos
6 patacas grandes
2 manoxos de grelos

PREPARACIÓN:
Ponse a desalar o lacón en abundante auga fría durante dous días.
Nunha tarteira grande colocar o lacón e cubrir con abundante auga, deixar cocer lentamente. Cando esté cocido añádenselle os grelos e por último as patacas mondadas e enteiras, e os chourizos.
É recomendable cocelo todo xunto, pois o ácido dos grelos quítalle a grasa ó lacón e dalle un sabor peculiar ó plato.

ORTIGAS DE MAR CON ESPUMA DE PAN Y JUGO DE ALMEJAS

Receita enviada por Alberto J. Laranxeira Alonso

ORTIGAS DE MAR CON ESPUMA DE PAN Y JUGO DE ALMEJAS

INGREDIENTES:

200 gr de ortigas de mar
400 gr de almejas o chirlas
1 cabeza de ajo
rúcula
cebollino
1 lima

REBOZADO:

200 gr de harina
5 gr de levadura prensada
200 gr de cerveza
100 gr de agua


ELABORACIÓN:

Mezclar todos los ingredientes del rebozado y dejar reposar 20 min.

En una cazuela añadir aceite, dorar los ajos y añadir las almejas.
Cocer por espacio de 2 min.En un cazo añadir la rebanada de pan y añadirle la mitad del jugo. Calentar sin que llegue a hervir.


Rebozar las ortigas con la masa y freír en abundante aceite.
En un plato hondo, colocar un poco del jugo de las almejas, espuma de pan. Encima depositar la ortiga y una almeja. Rallarle un poco de lima.
Añadir la rúcula, el cebollino y unas gotas de aceite de perejil. Servir

PATÉ DE MEJILLÓN

Receita enviada por Angel Laranxeira Alonso

PATÉ DE MEJILLONES

INGREDIENTES:
1 lata de mejillones, 1 tarrina de queso Filadelphia, huevo cocido.

PREPARACIÓN:
Se mezclan los ingredientes y se salpimienta al gusto.

CALLOS A LA GALLEGA

Receita enviada por Estela Alvarez Curty

CALLOS A LA GALLEGA


INGREDIENTES:

1 ½ Kg de callos de vaca o ternera
2 patas de ternera
1/4 Kg de garbanzos
1 chorizo
1 cebolla
1 ajo
2 limones
1 cucharada de pimentón dulce
Un poco de pimentón picante

PREPARACIÓN:

Los callos se raspan bien con un cuchillo, y se trocean, se lavan bien en agua fría. Se parten las patas en varios trozos y se ponen con los callos a cocer en agua fria. Cuando rompa a hervir se cambia el agua. Se ponen a cocer de nuevo y se añaden los garbanzos, con la cabeza de ajo una rama de perejil. Se deja cocer lentamente y cuando estén tiernos se sacan a un mortero unos garbanzos ya cocidos y un poco de miga de pan, se machaca bien.

En una sartén se rehoga la cebolla y un poco de pimiento rojo, se le agrega el majado del mortero, añadiendo también el pimentón picante y el dulce. Se vierte este sofrito sobre los callos y se deja cocer lentamente. Se le agrega el chorizo cortado en trozos.

BRANDADA DE BACALAO

Receta enviada por Cristina Alvarez Curty

BRANDADA DE BACALAO


INGREDIENTES:
Bacalao, ajo, huevos de codorniz, salsa holandesa y tartaleta.

PREPARACIÓN:
Pochamos el bacalao en aceite de oliva con cuatro dientes de ajo a fuego suave. Una vez hecho, se pela, se le quitan las espinas y se desmiga. Se pone el bacalao en la tartaleta. Colocamos encima los huevos de codorniz y se cubre todo con la salsa holandesa.

miércoles, 5 de mayo de 2010

MOUSSE DE PEMENTO

Receita enviada por Concepción Alonso Castro

MOUSSE DE PIMIENTO

INGREDIENTES:
Pimientos de piquillo, cebolla, nata, huevos y un poco de pimienta si se desea.

PREPARACIÓN:

Se hacen los pimientos con un poco de ajo, sal y azúcar. Por otra parte se pocha la cebolla en aceite en una cazuela. Una vez que la cebolla está bien pochada, se añaden los pimientos y la pimienta (al gusto) y se mezcla todo bien. Se pasa por la batidora y después por el chino, de forma que quede un puré lis. En un recipiente aparte, se baten los huevos y la nata y se añade el puré de pimientos. Una vez que todo está bien mezclado, se mete al horno al baño María durante aproximadamente 1 hora.

ROBALIZA RECHEA DE XULIANA DE VERDURAS

Receita enviada por Gabino Gómez Fernández

ROBALIZA RECHEA DE JULIANA DE VERDURAS


INGREDIENTES:

- 1 robaliza grande
- 2 zanahorias
- 2 calabacines
- 2 allos porros
- 200 gr de gambas
- 400 gr de champiñones
- 1 vaso de cava
- 250 gr de nata


PREPARACIÓN:

Cortar a zanahoria, o allo porro e o calabacín en juliana. Pochar a modo no lume tapado, engadir se é necesario un pouco de caldo ou viño branco.

Salpimentar.

Saltear as gambas.

Encher a robaliza coas verduras e as gambas. Decorase cos champiñones fileteados. Asperxer con aceite . Envolver en papel e hornear a 180ª uns 20 min.

TETO AO AROMA DE LARANXA

Receita enviada por Mila Martínez Varela


TETO AO AROMA DE LARANXA


INGREDIENTES:

400 grs. Queixo teto.
½ Litro de nata liquida
8 Cucharadas de mel
1 Copa de licor de laranxa
1 Tableta de chocolate Funde negro
200 grs. de azucre
1 Vaso de auga
100 grs. de améndoa fileteada
2 Cascas de laranxa en juliana


PREPARACIÓN:

Quítase a cortiza do queixo e mestúrase co mel e a nata ata conseguir unha pomada (reservamos). Prepárase un almíbar co azucre e a auga (medio).
Pásase a juliana de laranxa polo almíbar (reservamos). Fúndese o chocolate e pásanse as laranxas glaseadas.

MONTAXE DO PRATO:

Nun prato pomos unha bóla de queixo, e o aromatizamos co licor de laranxa e as labras de laranxa e chocolate, e espolvoreamos coa améndoa fileteada.

LIBRILLOS DE TETO E MARMELO

Receita enviada por María Teresa Vázquez Blanco

LIBRILLOS DE TETO E MARMELO



INGREDIENTES:

400 grs. Queixo teto.
300 grs. de marmelo
4 Cucharadas de fariña
2 Ovos
6 Cucharadas de pan rallado
200 grs. de améndoa moída
Aceite de girasol para fritir


PREPARACIÓN:

Pártese o queixo e o marmelo do mesmo tamaño, fanse librillos co marmelo intercalado, estes se rebozan por fariña, ovo, e o pan rallado mesturado coa améndoa.
Frítense en aceite quente, e se escurren en papel absorbente.

MONTAXE DO PRATO:

Pódese acompañar con xeado de vainilla, canela moída ou mel.



CALDO DE POBRE

Receita enviada por Mª del Pilar Seoane Sánchez


CALDO DE POBRE


INGREDIENTES:
-Patacas.
-Auga.
-Sal.
-Cebola.
-Aceite.
-Pimentón.

PREPARACIÓN:

Pelamos e cortamos as patacas en dados medianos. Poñemos a cocer, coa auga suficiente para que cubra as patacas. Salgamos e deixamos ferver. Cando as patacas xa estén cocidas, retiramos do lume e nunha tixola facemos unha allada con aceite, cebola e pimentón, que engadimos ao caldo de patacas. Servir quente.

ARROZ DE ALDEA

Receita enviada por Antón Vázquez Seoane


ARROZ DE ALDEA

INGREDIENTES (Para catro persoas) :


-Arroz (unha taza grande) .
- 4 Chourizos.
-Cebola.
-Aceite.
-Sal.
- 4 Ovos cocidos.

PREPARACIÓN:

Fritimos a cebola picada no aceite, engadimos o arroz e removemos.
Engadimos dúas tazas de auga e os chourizos cortados en anacos pequenos. Salgamos e deixamos cocer. Cando o arroz xa está cocido, decoramos cos ovos cocidos e servimos.

ROXÓS DOCES


Receita enviada por Mª José Seoane



ROXÓS DOCES
(Receita tradicional da matanza).

INGREDIENTES:
-Roxós.
-Pan.
-Azucre.
-Leite.

PREPARACIÓN:

Nunha tixola quentamos os roxós para que solten a graxa. Facemos migalllas co pan e engadimos aos roxóns; botamos azucre e un pouco de leite e removemos todo coa culler de pao. Pódense comer ao momento ou fríos.

martes, 4 de mayo de 2010

A HABITACIÓN DESCOÑECIDA DA CASA DA ALDEA

Relato enviado por Gabriel Villar Carballo



A HABITACIÓN DESCOÑECIDA DA CASA DA ALDEA


Tomás un neno de doce anos de idade da cidade de Vigo, un venres póla noite facía a equipaxe cós seus irmáns maiores, Ana de vinte anos e Xoán de quince anos de idade, para coma todo os anos ir a pasar as festas de Nadal a casa da aldea cós avós.
O día seguinte o longo da viaxe a aldea Tomas tivo a impresión de que os seus irmáns non lles facía a mesma ilusión que lle facía a el ir visitar os avós a aldea. Tomas non lle deu moita importancia pois sabia que ámbolos dous deixaban os amigos na cidade, e que ademais na aldea eles non tiñan moitos amigos.
Pero o que Tomas non sabia e que a partir dese día dígovolo eu as vacacións na aldea deixarían de ser o mesmo para el tamén , e vos preguntaredes,¿Que lle pasou a Tomas ese Nadal na aldea?.
Pois vóuvolo contar así que prestade atención ; veredes esto sucedeu un par de noites antes da noite de Reis de ese ano , ímonos situar, para os que non saiban a casa dos avós de Tomas atopase preto da montaña, zona pólo tanto en inverno de grandes nevaradas, de fortes treboadas con moitos lóstregos, os que por certo Tomas lle tiña moito medo; volvendo a casa dos avós era moi grande tiña unha parte nova , que era onde pasaban a maior parte do tempo, ca súa cociña, as súas habitacións etc. Pero ademais conservaba a parte antiga que Tomas por ser o mais pequeno non a coñecía moi ven, sempre lle chamou moito a atención a onde iria aquela escaleira do fondo da palleira, onde a avoa tiña as artesas, pero estaba sempre tan escuro....
Tomas so sabia que tódolos maiores pasaban moitas horas das noites na parte antiga despois de que os mais pequenos se foran a durmir , o que xeneraba en Tomas arduos desexos de coñecer o que facían póla noite ai os maiores. Ese ano estaba decidido a comprobalo , faríao, a poder ser a noite seguinte.
Durante a xornada seguinte Tomas comportouse de xeito habitual desexando que chegara a noite, despois de cear foise a durmir, puxo o pixama, deixou sobre o baúl unha candea e meteuse na cama e púxose a xogar a nittendo para non quedarse durmido. Sobre as once da noite levantouse despaciño para non facer ruído e que non o sentiran anque era difícil por outro ingrediente que outorgaba maior emoción e maior medo a situación da que ía disfrutar Tomas, era unha gran treboada con moitos lóstregos, na casa non había luz. A pesar de esto Tomas non se amedrentou , colleu a candea , prendeuna e cós seus pés descalzos e a candea na man foi hasta a palleira, abriu a vella porta que comunicaba a palleira ca parte antiga da vivenda; e comezou a baixar póla vella escaleira de madeira. Cando se atopaba na metade da vella escaleira viu un resplandor por debaixo da porta onde remataba a escaleira, despezo puxo a súa man no peseillo da porta e abriuna despaciño, e viu unha habitación escura e pequena alumbrada ca luz do lume e algo afumada con un olor agradable olor pero descoñecido para el, a luz era do lume da lareira acesa, enriba dela un pote antigo que burbullaba e fumegaba, ¿que intriga?¿que contiña o pote? ¿ porque estaban a escuras? ¿serian bruxos, meigas...? ¿qué era aquel olor ?, o redor de dito pote Tomas viu a súa familia, estaba sentada en cadeiras vellas, cunhas cuncas nas mans, escoitando unha historia que narraba o seu avó. Tomas agochouse a escoitar na escaleira, a historia que o seu avó contaba e que por suposto escoitou enteira, o que non puido saber era o que comían, porque pronto se sentiu mergullado na historia que contaba o seu avó. Cando este terminou Tomas voltou a súa habitación e deitouse a durmir e púxose a recordar o que acababa de oír a seu avó o que lle axudou a Tomas a durmir moito mellor a pesar da gran treboada.
O avó vira a Tomás , habia tempo que o esperaba, pero non dixo nada , un pouco de intriga e suspense estaba ven, e sorriu para si, ¿que diría Tomas si soubera que as cuncas contiñan castañas cocidas en leite.
A partir da maña seguinte o espertar Tomas decidiu que ía a disfrutar tódalas noites das emocionantes historias do seu avo

LEMBRANZA DUNHA "SABOROSA COMIDA"

Relato enviado por Beatriz Iglesias Barreiro


LEMBRANZA DUNHA "SABOROSA COMIDA"

Avoa, cóntame outra vez a historia da candea, de cando ti eras pequena.

“...Sendo eu unha nena, era costume que, polas casas máis ou menos acomodadas, un par de veces no ano pasase unha costureira para facer a roupa dos que alí vivían. Antes, Carmiña, a pouca roupa que vestiamos era feita a medida, pois non había o que hai agora: comercios e máis comercios.
Os de Cangas, os que podiamos, claro, íamos a Vigo no vapor de pasaxe, ao comercio de don Armando, que se chamaba “A Moda”, detrás da Colexiata, e alí nos vendían fermosas teas para que estas modistas nos fixeran bonitas saias e bonitos vestidos.
Pois ao que iamos, miña neta. Pola nosa casa viña a señora Cándida, unha boa muller do Hío, chea de fillos, que para ganar o sustento da súa familia adicábase a coser polas casas. Cando viña, podía botar ata unha semana cosendo só para nos, pois non marchaba ata que remataba de tódalas pezas. Compartía con nós mesa e mantel.
Cando ela estaba alí, todo era alegría pois era moi faladeira. A nosa casa enchíase de xente, mellor dito de mulleres, pois achegábanse as nosas curmás e as nosas tías. Había contos, cantares, novelas radiofónicas e incluso a Radio Pirenaica. Sempre contaba a miña nai, que nunha ocasión, sendo nena, puxen a radio tan alta de volume para escoitar a sintonía de Radio Pirenaica que se oíu ata no faro da punta do peirao. Foi grande a tunda que levamos meu irmán Manolo e máis eu, pois naqueles anos de censura, sintonizar esa emisora era casi un sacrilexio e había que facelo ás escondidas, para que ninguén se enterase dende a rúa.
Teño que lembrarche tamén, Carmen, que na nosa casa sempre houbo máquina de coser, no cuarto da costura, cunha ventá dende a que mirabamos o mar e as embarcacións que chegaban ao porto. A máquina da miña nai era unha Singer, regalo do seu pai, ou sexa meu avó, cando ela era moza. Co paso do tempo, a túa tía e máis eu aprendemos a bordar e tamén nos mercaron unhas Refrey...¡ay, neniña, qué tempos aqueles, qué morriña...!
Pois ao que iamos Carmiña, un día dos que a señora Cándida estaba a coser no cuarto da costura, a miña nai afanábase na cociña entre os pucheiros, pois eran sete ou oito bocas a comer tódolos días. Aquel día estaba cociñando fideo con anguiacho e cando estaba a piques de rematar, marchou a luz, cousa moi común naqueles anos corenta en que a luz eléctrica aínda era moi nova. Entón, como a nosa era unha cociña interior que contaba nada máis que cunha pequena bufarda, prendeu unha candea de cera para que alumeara a cociña e poder continuar coa comida pois pronto chegaría do traballo o meu pai. En poucos intres retornou a luz e a miña nai esqueceu apagar a candea, que estaba ao lado da cociña. Destapou a cazola para probar a comida e botarlle o sal, e colocou o testo, sen darse conta, enriba da pequena candea, que coa calor quedou pegada no mesmo. Cando volveu poñer o testo no pucheiro, a vela pousou entre o fideo, fundíndose como un ingrediente máis.
Eu fun a primeira en protestar, pois o fideo sabía “a raios”. “Mamá este fideo sabe raro, está moi salgado”, dixen eu na miña inocencia. Lembro que a señora Cándida miroume de esguello e fíxome un xesto de silencio, pois naqueles tempos de escaseza non habería outra cousa, así que máis me valía calar.
Pola tarde, mentres acompañabamos á señora Cándida no parladoiro da costura, todas andabamos medio doentes do ventre e non faciamos outra cousa que arrotar. No medio do ruxerruxe da máquina de coser, a miña nai decatouse do acontecido e de cal era a orixe dese malestar xeneralizado que nos estaba a facer a dixestión tan pesada. Lembrouse da pequena candea e do fío gordo e branco que eu atopara no meu prato, confundido no medio dos fideos, e que non era outra cousa que o cabo da candea.
Tanta risa tivemos esa tarde cando ela desvelou o suceso, que pronto esquecemos a dor do ventre. Dende aquela, sempre gardo comigo a lembranza da señora Cándida coa anécdota da candea, e cada vez que comemos fideo con anguiacho, que nos encanta, lembro sempre a esta boa muller.

PUCHEROS DE NIÑOS, PUCHEROS DE ALIMENTOS

Texto enviado por Jorge Alonso Álvarez


Pucheros de niños, pucheros de alimentos.

Noche de estrellas, noche de nieves,
Noche de frío, hoguera caliente.
La madre tiernamente, enciende el fuego,
se calienta la casa, se calienta un deseo.

El niño bebe la leche, la madre, amamanta al pequeño,
la casa se calienta, y crecen los sueños.
El pequeño se adormece, agarrado a su deseo,
alimento de una madre, alimento de amor,
duerme mi niño, duerme al calor.

Calor de la hoguera, que calienta la casa,
que hierve el puchero, lleno de agua,
presto a que la madre, dormido el pequeño,
recoja de la huerta, verduras y sueños.

Un puchero hace el niño, un puchero espera al fuego.
Duerme mi niño, duerme, mi cielo,
el puchero ya hierve, duerme, mi amor,
pucheritos hace el niño, el puchero es un hervor.


La madre serena y paciente, duerme al pequeño,
sus manos de madre, acunan sus sueños.
Sus manos de esposa, vuelven al puchero,
cena caliente cuando vuelva el esposo,
amor distinto al del niño, pero amor es todo.

Noche de nieves, estrellas en el cielo,
llega el esposo, besa al pequeño.
Pucheritos de sueños, pucheritos de amor,
el padre lo abraza, abraza a su tesoro,
y la madre le espera, con la cena en la mesa,
el puchero ha calentado y el fuego les espera.

El niño ya duerme, los esposos ya cenan…
El puchero del niño, el puchero del fuego,
el amor de unos padres, el amor de un hogar.
Duerme mi niño, duerme mi cielo,
yo velaré por ti, yo cuidaré tu sueño.

DE VOLTA NA CASA

Relato enviado por Lara A. Serodio Domínguez


DE VOLTA NA CASA

Facía tanto tempo que non cociñaba que xa esquencera o significado de emporcar as mans por gozo. O mesmo tempo que levaba vivindo lonxe, tan lonxe coma os días pasaban dun a outro sen deixala doarse que non era unha adolescente, a mesma que vía no espello naqueles tempos nos que aínda vivía en Galicia. Tampouco era que as arrugas estivesen tratando de viaxar da nada á súa cara de súpeto, sen embargo a sensación de que todo ese tempo residía nas súas costas contrariaba ese sentimento de recente morriña que padecía cada día, canto espertaba e non chovía, ou, pese ó frío, non estaba o ceo gris.


De entre tódalas cousas que podía botar de menos ou esquencer coma se nunca estivesen presentes, decidira apertar as lembrazas relacionadas co tempo e as cores. Botaba en falta o verde, presente case por obligación no chan, ou o gris nas súa infinidade de tonalidades por enriba da súa cabeza, as combinacións de ambalas dúas cando de cativa seu pai collíala dos brazos e daba voltas con ela ó seu gusto, mentras ría e berraba, desexando parar pero coa gaña de máis.


Sen decatarse foran perdendo intesidade cos meses e anos, un tras outro, espertando unha mañá coa sensación de non saberes qué restaba daquela nena máis que o deixe cantarín na fala distintivo dos demáis, e a necesidade de saborear a terra. Sí, aquela mañá espertara querendo cociñar.


Baixou ó mercado, buscou sen precisar facer ningunha chamada de teléfono e atopou o que pensaba requería segui-los pasos que unha vez tan bo resultado lle deran: ía facer a empanada de carne da súa avoa.


Non sabía, xa coas mans na masa (e facíalle moita gracia que así fose efectivamente), se os seus dedos ían segui-las indicacións da súa mente á perfección, con mecanismo automatizado, esperando con cega fe que, un tras outro, os pasos fosen os acertados e o resultado a puidese levar de viaxe voando ós fríos domingos na casa dos seus avós, mordendo aquela empanada quente sempre demasiado grande para soamente seis persoas. A misión, polo tanto, podía resultar un desastre que a avergoñaría, ou una experiencia satisfactoria, reafirmando as súas raíces de modo tan sinxelo.


Era pequena cando espertaba moi cedo e baixaba á cociña para veres coma súa avoa estiraba a masa e seu avó cocía o recheo. Non debía ter máis de seis anos e ainda así disfrutaba madrugando tanto e observando o ritual. Pechando os ollos fixera unha montaña de fariña cun cráter no medio e alí dentro, cunha pizquiña de sal e a levadura tan difícil de atopar que súa avoa sempre mercaba na tenda do pobo, colou auga quente e embadurnou a repisa da súa cocina de altos teitos a mil kilómetros da casa e fixo esforzos amasando. As súas mans eran agora máis grandes e fortes do que foran por aquel entonces, pequena e insegura nos seus movementos, sen a destreza precisa para levar adiante a tarefa.


Coa cacerola máis grande do adecuado xa no fogo apresurou cortar en anaquiños os pementos, zanorias, cebola e demáis ingredientes despois de comprobar, unha vez máis, que debaixo dos trapos naquel rincón da cociña, a masa reposaba crecendo coma era de esperar. ¿Pimentón dulce ou picante? Non ía chamar a esas alturas para preguntar semellante cousa, tiña que arriscar, botar dentro daquel buraco plateado que semellaba a marmita dun druida as súas apostas. Terneira cortada en pedazos ben grandes, xusto como gustaba na casa, viaxando naquel tunel do tempo entre anacos de lembranzas que ben eran laranxas, ben vermellas ou brancas.


Saíu un chisco ó baño a lavar as mans incrustadas de rocas de fariña e cando voltou a entrar na cociña, nese golpe de vento proporcionado polo movemento da porta batindo e axitando a fume que saía da cacerola, estivo de novo na casa. Sempre pensara que as cores levaríana de volta á casa pero naquel recuncho moi lonxe de Galicia, ela descubrira que podía viaxar pechando os ollos e deixando levalas mans dun ingrediente a outro, con paciencia e confianza, co tempo preciso para horas despois lougrar que as súas roupas rematasen ulindo a casa da avoa.


Coa emoción dun traballo ben feito, e tratando de reprimir as bágoas, rematou a empresa e meteu a masa ben estirada no forno. Semblaba unha cativa de novo, esperando poder abri-los agasallos da mañán de reis e averiguar se fora boa ou non. Observou con paciencia a blanqueza da masa tornarse dorada e abriu máis da conta a porta para comprobares a coción.


Cando chegou o momento sacou a bandeixa e voltou a pechar os ollos e ulir o resultado dunha tarde de traballo. Sí, non cabía dúbida. Todavía podía estar orgullosa de ser galega, de saber facer aquilo que levaba anos e máis anos sen lembrar se queira. Vivir lonxe non supoñía ser máis ou menos da terra, sentila e vivila doutra maneira. Perdérase un chisquiño no camino de volta a casa pero agora sabía cómo voltar. Abríu a boca masticou. Xa estaba de novo alí.

A RECEITA É MIÑA

Relato enviado por Eladino Cabanelas Fernández:


A RECEITA É MIÑA

Aí podrezas ti e mailo forno, interesada da miseria! E todo por un nada que che se pide, Hai que foderse! Para máis inri aturar este puto tránsito do domingo, é que non teñen remedio! O sábado para a aldea, como non? A destripar torróns e que o espírito aldeán non se perda. E o domingo? Pois o domingo del señor a foder aos demais porque claro, non hai mellor xeito de coller folgos para traballar o luns que pasar toda unha tarde festiva na autovía coa droga do fútbol dálle que te pego na radio dos collóns. Pero quen tería a feliz idea de chamarlle autovía a isto? Non, se a algúns que chaman enxeñeiros tiñan que poñelos a traballar cun pico e unha pá e non deixalos soltos cobrando por debuxar o xeito de matar aos demais no negro alcatrán.

Para onde vas burra do carallo? Non ves que aí adiante tamén están parados? Xa te crerás un fenómeno adiantando tres míseros sitios! Machiño, que por moito que fagas non chegas ao do canal plus. E este de diante? Matrícula de Ourense, como non? Iso si, ben seguro que leva a mala do carro ateigada de cebolas, patacas, tomates e un pito xa desplumado e sen tripas, e ben tesiño de comer millo e escaravellar pola horta adiante.

Cada vez que o penso menos me colle no caletre. So lembrar como se puxo a istesantos da miña irmá por preguntar pola receita da Torta é que me…, foder!, é que non ten ningún senso. Nin que lle quixera corta-las mans canda a información! Nótase ben que o papá finou, que cando el estaba non tiñas estes fumes. Que agochado o levabas, bruxa latriqueira! E aínda ten a ousadía de dicir o moito que sacrificou ela para que eu estudase, será falsa a moi… Que se quedou a coidar a papá e por iso non casou, que se perdeu a xuventude traballando na pastelaría mentres eu vivía coma un rei en Santiago, que se nunca dei pancada nin na casa nin no negocio. Non casaches porque ninguén te quixo, que sempre fuches un figo paso malhumorado.

Maricón! Seica non tés outras luces no coche? Queres longas? Pois toma longas e así cegues polo camiño!

Agora que lembro, coido que o único que te aturou un chisco foi o Andrés do Pombal e acabou aborrecido, que el mesmo mo contara, porque en medio ano non lle deixaras nin tocar unha teta. Pois agora, como non chas toque o san antoniño de pau de avelaira non chas vai tocar ninguén máis, que xa se sabe, catro efes ten a miña tía: fea, fraca, frouxa e fría.

Pégate, ostia, pégate a ver se nunha destas freo e me vés bica-lo cu! Que puto costume teñen algúns. Si home si, adianta e vaite que igual pensas que por facer iso es moito máis home.

É que non hai máis cousa na radio que fútbol e fútbol? Que xa está ben, que non todos somos tan simples… Vou cambiar o dial que xa canso de tanta pelota. Home isto xa é outra cousa, que delicia! Cantas veces cantamos isto na casa polas festas! Ven bailar Carmiña, Carmiña, Carmela, con zapato baixo e media de sedaaa...

* * *
Non, se este meu irmán non ten mellor idea para pasar o domingo que vir tocarme a cona.

Tres anos e pico sen saber ren del e aparece pola porta para me pedir a receita. Pero, este ou non as pensa ou viuno unha meiga! Meiga, meiga… o certo é que xa hai moito que a ten, que para mal de ollo e pensamento torto chega ben a seca da miña cuñada. A “señora marquesa” que nin se dignou a vir con el, non vaia ser que colla cheiro de aldea e non a aturen mañá no Instituto. Si, outra e iso, sempre fachendeando de que traballa no Instituto. Claro que traballas nel, claro, pero o que non dis é que estás nas oficinas, e grazas a unha oposición amañada de auxiliar administrativo, que ben te arrastraches co teu sogro para que falase con aquel liente noso, catedrático e presidente do tribunal que te ía examinar.

- Ola Carmiña, boa tarde ou case noite que con isto do cambio de hora… Por favor, ponme unha Torta que marchan meus fillos para Santiago e non poden pasar sen ela. - Aí tés, e dille ao teu home que non esqueza vir amañar a billa da cociña. Xa hai días que o chamei e non deixa de pingar. - Toma, son vinte euros, non si? E non te preocupes que en canto chegue á casa xa llelo lembro, é que estes días tivo bastante traballo e… - Nada muller, tampouco é morte de cristián, que veña cando poida pero que non o esqueza. - Xa me encargo eu de apuralo, descoida e ata mañá Carmiña. - Abur, abur!
E nin máis nin menos que a receita da Torta! Pero é que non as cavilan! Toda a vida vivindo coma un rei á costa da familia. Cando neno, como a mamá morreu no paritorio, criado co maior mimo do mundo, logo que se os estudos e a carreira, despois que se cartos para montar un bufete de non sei que, máis adiante para axudar co piso e agora… quere roubarme o meu “pan de tódolos días”. Abofé que non o entendo! Non sei se pisaría o forno dúas veces dende que cumpriu os dezaoito e sempre foi para pedir cartos, xamais para botar unha man e ven hoxe, que xa non vive o papá coa leria de que a receita é familiar. E o carallo! Ben escrito que quedou no testamento que a pastelaría e a casa onde ela está con todo o que ten dentro para min e o piso da praia para el. Despois de enzoufarme con fariña toda a vida facendo milleiros e milleiros de Tortas sen máis axuda que a destas mans ven o comenenciudo a reclamar o que non é seu. Pois agarda sentado que a espera é longa, meu queridiño…

E aínda ten a cara de ameazar con denunciarme, érache boa! Denuncia oh! Denuncia! Que vas ti a bo lado. Malpocado! Cos anos que tés e sendo o fillo do Rei da Torta de Sandriz e aínda nos reparaches que a receita nunca estivo escrita, que a aprendín do papá e de que a fomos mellorando ao longo do tempo sen xamais poñela nun papel.

Vou poñe-la radio a ver se me relaxo un chisco. …e media de seda, de seda calada, ven bailar Carmiña… miñaaa namorada…
 
 
Lareiras e Potes